PRIMOLEA Y SU ACEITE DE OLIVA

El contexto que rodea a la Cordillera de Los Andes lo hemos cuidadosamente incorporado en el manual de las bellezas un poco autóctonas, otro tanto universales, para contextualizar innumerables leyendas e historias que nos hablan de vinos, aguas y tantos otros desarrollos productivos, también lo hemos realizado así con el aceite y precisamente es así con el aceite de oliva extra virgen de Primolea que está localizado en la provincia de Mendoza.
La planta de Primolea se encuentra ubicada exactamente en el departamento de Maipú y comenzó la producción de aceite de oliva en 1999, con una sede que se encuentra como señalábamos más arriba, regada por las aguas de río Mendoza nutrido de las aguas de deshielo de la Cordillera de los Andes. Esta planta fue construida y diseñada para la pequeña y mediana empresa con destino al procesamiento del producto que es recogido durante la misma jornada con la finalidad de conseguir una mejor calidad con la menor acidez posible.
La instalación de Primolea permite una tecnología que no requiere obras hidráulicas ni eléctricas, ya que puede instalarse perfectamente en una superficie de 16 m2, debido a su construcción compacta y modular. Básicamente está compuesta por una tolva en la que se decepcionan las olivas por medio de un tornillos sinfín, la lavadora hidráulica, el molino de martillos y la amasadora de acero inoxidable dividida en dos sectores para permitir la elaboración de dos varietales en un mismo momento y por último un decanter de dos fases el cual trabaja sin el añadido de agua a la pasta, extrayendo el aceite en frío sin la utilización de separadores finales, considerándose a este último el espíritu esencial de la planta por su trabajo en dos fases y la extracción del aceite por fuerza centrífuga horizontal, siendo innecesario por este sistema, la eliminación de grandes volúmenes de agua, cumpliendo entonces las funciones de recolección, deshojado, lavado, molturado, amasado y la extracción final.
Primolea tiene entre sus aceites de oliva extra virgen, a las variedades Arauco, Frantoio, Empeltre y Manzanilla, y en esta oportunidad degustaremos el blend compuesto por Nevadillo en un 70%, Empeltre 10 %, Manzanilla 10% , Arauco 10% y producido y elaborado en la zona de Rusell, en Maipú. Presenta un color amarillo brillante con ciertos tonos verdosos, aromas de hierba fresca recién cortada, notas de frutas frescas que se traducen en boca junto a una textura aterciopelada, firme y equilibrando armoniosamente su ligero picor y tenue amargor final.
De algún modo, es importante destacar que la obtención de un producto final óptimo y saludable como un aceite de oliva, es también determinada por una tecnología acorde en cada etapa de su elaboración, en las variedades utilizadas, en el trabajo realizado, su organización en la recolección, y a lo largo de todo su proceso de producción y por supuesto en el contexto geográfico a partir de una región debidamente apropiada para el desarrollo del olivo. Bon Appetit.