
Los documentos históricos que hacen referencia al olivo, no son muy claros, ya que algunos sostienen que procede de Persia, (actualmente Irán), otros de Egipto, y aún otros señalan a Creta, una isla de Grecia, en la que se encontraron las primeras tablillas con testimonios de la utilización de aceite de oliva en la corte del rey Minos, pero a pesar de todo esto, la mayoría sostiene que el olivo procede la antigua Mesopotamia, y de allí su expansión.
Para el siglo XV a.c. el aceite de oliva se comercializaba en las orillas del Mediterráneo, y por ejemplo Egipto, que lo utilizaba para iluminar templos, y como esencias de baños termales, realizaba intercambios con griegos, fenicios, romanos, judíos, árabes e hispanos, la mayoría de los reinados de los diferentes pueblos, plantaban en los jardines

Los griegos y los árabes son los encargados de introducir el olivo en Italia y España, respectivamente, en los siglos VI a.c, los romanos siempre se presentaban con un ramo de olivo en la mano, ya que representaba una señal de paz y prosperidad, y si bien la conquista de los romanos sobre diferentes pueblos es ampliamente conocida, también es cierto el evolutivo desarrollo de la agricultura, y con el avance sobre los pueblos y su obligación de labrar la tierra para el emperador, reproduciría de modo importante todos los cultivos.
Y en la península ibérica, los enclaves árabes se asentaron sobre todo en Sevilla y Cádiz, pero donde se hace mención de la calidad de los aceites, es en la ciudad de Córdoba, que a pesar de

Por otro lado, el vocablo aceite, tiene su origen en las culturas semíticas, que parten de la raíz zait o zeit, que a su vez deriva en az-zeitum o aceituna, del mismo modo, la palabra olivo, viene del latín olea, que proviene del griego eala, lo que los celtas señalaban como eol y los cretenses en Grecia como elaiwa, los romanos, que lo expanden como oli, u olio, y llegando definitivamente en castellano a llamarse olivo u oliva. Bon Appetit.