ACEITE DE OLIVA YANCANELO Y “SINO...LEA”

Los aceites de oliva y sus métodos de producción y elaboración han variado a lo largo de la historia siempre en una clara evolución de sus condiciones y teniendo en cuenta principalmente la calidad del producto obtenido finalmente, y es por ello que hoy vamos a presentar otro método para lo obtención del aceite de oliva extra virgen llamado Sinolea y es el que utiliza Aceites Yancanelo desde el sur de la provincia de Mendoza. Es precisamente en San Rafael, en el sur de Mendoza, donde a comienzos del siglo pasado llego Pacífico Zingaretti con la tradición de producir y elaborar en viñas y olivares, lo que motivó que hacia el año 1943 su hijo Augusto Zingaretti comenzara a trabajar con los aceites, fundando la primera fábrica de la región a la cual en el año 2002 se sumarán los hermanos Andreani. La región de San Rafael posee un clima templado de características áridas y semi-áridas, o sea precipitaciones que no superan los 300 mm anuales, tiene una gran amplitud térmica y una temperatura media de 14,5 ° C, la humedad es baja debido a la barrera que conforma la Cordillera de los Andes sobre los vientos del Pacífico, y un riego con sistemas de canales que transportan las aguas de deshielo principalmente de los ríos Atuel y Diamante. Yancanelo produce desde aceites de oliva extra virgen, la línea Sinolea, aceitunas de mesa y el Aceto Balsámico en el acetificio que se encuentra en su planta y que elabora Doménico Rainieri con una vasta experiencia en el elaboración y selección de los mejores acetos balsámicos de Italia, los cuales son enviados a la Argentina con los que se realiza el blend junto a los diferentes mostos de la región y conserva más de siete años de añejamiento. La distintividad de los Aceites Yancanelo se encuentran en los métodos de producción, ya que utiliza el método Sinolea con tecnología y estilo italiano obteniéndose el aceite de gota en gota en frío, sin ningún tipo de presión y con una extracción que consiste en la diferencia entre la tensión superficial que existe entre el agua de vegetación de la pasta de la aceituna y el aceite propiamente dicho por medio de unas mil láminas de acero inoxidable que se sumergen en la pasta y se van escurriendo gota a gota para caer fuera del extractor en otro recipiente, separándose entonces el agua del aceite. En esta ocasión tenemos el aceite extra virgen del método Sinolea de Yancanelo que es un blend en base a seis variedades como la Aracuco, Arbequina, Farga, Empeltre, Picual y Frantoio y presenta un aspecto visual amarillo dorado con tonalidades verdosas, aromas tenuemente herbáceos y también frutales como la manzana, la cual se percibe ligeramente en boca, con un leve amargor y picor que se expresa equilibrada y armoniosamente con una suave intensidad. Señalamos finalmente que seguramente todo va a influir en la presentación del aceite en la cata y análisis de cada uno de sus aromas y sabores, y tanto sea el clima, el suelo, las variedades de aceitunas utilizadas y todo el proceso de trabajo son muy indispensables para las cosechas, y no olvidar que es importante tener en cuenta otro de los factores tan fundamentales como será la tecnología utilizada para lograr la optimización de tal o cual producto, todas estas razones determinarán en última instancia la decisión del consumidor. Bon Appetit.

TINOGASTA Y ACEITE DE OLIVA DE NOA

El noroeste argentino ha sido una de las regiones que se han destacado por la producción y el cultivo del olivo, y entre las provincias que integran dicha región, Catamarca con toda su historia, suelo y clima, ha sido el sitio en que muchas empresas han decidido apostar por la producción y elaboración de las aceitunas como sucede en esta oportunidad con NOA y sus aceites de oliva extra virgen.
Desde la llegada de los jesuitas, las plantaciones correspondían a una olivicultura de características multivarietales con plantas que se obtenían de carozos y estacas y de las que aún se pueden hallar en algunas regiones como Andalgalá y Pomán encontrándose antiguas plantas centenarias, y es durante los últimos años que Catamarca ha sostenido una gran evolución de sus actividades agrícolas y particularmente del olivo, con un diversificado abanico de oportunidades de desarrollo.
Hay que destacar que de las 100.000 hectáreas de olivo en el país, Catamarca cuenta con 30.000 has. aptas para el cultivo, con 19.000 cultivadas y 1.100 has. del llamado cultivo tradicional, con un crecimiento sostenido y que corresponden en la mayoría de las veces a muchas explotaciones familiares con menor tecnificación, pero con una alta incidencia y significación social, entre los que se distribuye el departamento de Pomán, Andalgalá y Tinogasta.
Si nos remitimos a este último departamento de Tinogasta donde NOA tiene plantados sus olivos, observamos que de allí destina el 60% de su producción al aceite de oliva y el resto a la producción de aceitunas de mesa, destacando que este departamento posee un 80% implantado con la variedad Arbequina.
El clima es muy seco, algo templado y con una gran actividad agrícola beneficiada por la presencia de las aguas provenientes del deshielo de sus montes, su cultivo se realiza sobre suelos pobres y con parcelas de 8 hectáreas de promedio.
El aceite de oliva extra virgen de NOA es de la variedad Arauco, presenta un amarillo dorado intenso con tonalidades verdosas, aromas frutales, notas a aceitunas frescas que se transmiten también claramente en boca, una leve persistencia y amargor y un ligerísimo picor en el final de garganta.
Evidentemente, Catamarca es otra de las provincias que sobre todo en la última década, ha dado pasos agigantados en la producción del olivo, dando plausibles muestras del trabajo que se ha invertido día a día con una amplísima gama de aromas y sabores para cautivar cotidianamente a cada uno de sus consumidores. Bon Appetit.

ACEITE DE OLIVA FINCA DEL OESTE

En Argentina, en varias provincias se han dado las condiciones óptimas de clima y suelo para el cultivo del olivo, y ese es el caso de la provincia de San Juan donde se ha dado el desarrollo de muchas plantaciones en los últimos tiempos y en la cual Finca del Oeste con su aceite de oliva extra virgen ha dado sus primeros pasos.
Es precisamente en el departamento de 25 de Mayo, a 45 km de la ciudad de San Juan, donde se han implantado olivos para aceites de oliva y aceitunas de mesa como actividad principal de Finca del Oeste, una empresa que nació a principios de los años 90 en esta provincia.
Como señalábamos más arriba, tanto las características de los suelos, como el clima y el agua, hacen de la provincia de San Juan, una de las más óptimas para el cultivo del olivo ya que sus suelos son bastante profundos y pedregosos, y principalmente con las características de suelo arcilloso y arenoso, contando aún con tierras poco cultivadas.
De los deshielos de las cumbres de la Cordillera de Los Andes desciende el agua para el riego de estos cultivos, arrastrando todos los minerales que necesitará el olivo para desarrollarse beneficiosamente. Las horas de heliofanía también resultan indispensables en la evolución ya que le otorga una más rápida y plena madurez a los frutos.
Finca del Oeste posee actualmente unas 200 hectáreas a densidades de 300 a 400 plantas por hectárea con un riego con sistema presurizado de micro aspersión y goteo, y cuenta con el cultivo de variedades de aceite como la Arbequina, Picual y Changlot Real obtenidas con procedimientos mecánicos que no dañen el olivo.
En este caso, el aceite de oliva virgen extra de Finca del Oeste presenta un aspecto visual de color amarillo con reflejos dorados, aromas a hierba recién cortada, expresando una boca frutal, leve amargor y picor en garganta.
Sin dudas la provincia de San Juan sigue presentando un amplio abanico de posibilidades para el cultivo del olivo y no es casual que actualmente se encuentre entre las cuatro principales provincias productoras de Argentina. Bon Appetit.

BODEGAS Y VIÑEDOS LÓPEZ Y SU ACEITE DE OLIVA

La historia de las Bodegas López está signada por importantes pasos que ha dado la familia desde sus comienzos en España, hasta su instalación en Mendoza, vamos a destacar algunos de los hechos más notorios en el desarrollo de la bodega en Argentina, y lo que principalmente nos convoca hoy, más allá de sus grandes vinos: su clásico aceite de oliva extra virgen.
Transcurría 1886 cuando desde Algarrobo, Málaga, llegaba al país José López Rivas que poseía unas viñas en España hasta que fue atacada por la plaga conocida como la filoxera. Con todos los conocimientos a cuestas, se asentó en Mendoza en 1898 dando los primeros pasos y fundando en ese año la bodega “José López y Hnos”, el mismo año del nacimiento de su hijo. A partir de 1928 y hasta 1958, y ya con su hijo trabajando en la bodega, pasará a llamarse “José López e Hijo”. Es durante aquellos años, precisamente en 1934, que fueron implantadas diferentes variedades de olivo como la Arbequina, Frantoio, Farga, Nevadillo, Manzanilla y Empeltre en las fincas de Maipú y del Alto Valle del Río Mendoza, junto a la Cordillera de Los Andes.
Y será a partir de 1958 hasta la actualidad cuando se fundará “Bodegas y Viñedos López S.A.”, años de mucho trabajo y crecimiento en la bodega con la presidencia de Carlos Alberto López, relanzando a través del Director General Eduardo López, su tradicional aceite de oliva extra virgen Marilén, pero ya con la marca López.
Este aceite de oliva extra virgen es elaborado bajo el método clásico de primera presión en frío, con aceitunas recién cosechadas en un suelo de limo, grava y calcáreo que proporciona condiciones óptimas para la olivicultura, luego las aceitunas serán controladas en el proceso de maduración, la elaboración continuará con el lavado, amasado, centrifugado y filtrado con la posterior conservación en tanques, alternando una vez más como en los vinos, el sistema tradicional con sus avances tecnológicos.
La acidez del aceite de oliva extra virgen de Bodegas López es menor a 0,6 % de ácido oleico, lo que le otorga la denominación de máxima calidad, considerándoselo extra virgen, su aspecto visual es de color amarillo dorado con tonalidades verdosas, aromas herbáceos y vegetales, en boca se presenta suave, fresco y con un ligerísimo picor en la garganta.
Bodegas y Viñedos López ha transitado más de un centenario de historias y acontecimientos en los que ha trasladado todos sus conocimientos desde España hacia Argentina, con una gran cantidad de importantes hechos y laboriosos pasos hasta el día de hoy, observando que ese recorrido no solo fue producto del maravilloso cultivo de la vid, sino también de aquella temprana llegada del olivo. Bon Appetit.

VINAGRES DE NARANJA Y TORRONTÉS TARDÍOS DE FAMILIA PEREL

En alguna oportunidad hemos hablado de lo que significa hablar de cosechas tardías en los vinos y su resultado con la obtención de un vino dulce, pero lo que aún no hemos escrito nada del tema es de vinagres que son dulces de cosechas tardías y que La Cocina del Vino produce como son sus vinagres de Torrontés Tardío y los vinagres de Naranja tardío que vamos a catar a continuación.
La Familia Perel se encargó de fundar La Cocina del Vino en el año 2005, elaborando desde aceites de uva, vinagres varietales y diversidad de aderezos, hasta productos que incluyen a la coctelería. Frida Perel desde siempre tuvo un amor muy particular por la cocina y eso es lo que la llevó a reinventar nuevos platos que fueron pasando de generación en generación, con la producción de novedosos productos gourmet para la cocina.
Para explicar básicamente lo que es un cosecha tardía, diremos que se caracterizan fundamentalmente por retrasar hasta lo máximo que se pueda la recolección de la uva, alcanzando de este modo una sobremaduración y una mayor acumulación de azúcares en donde la uva pierde lentamente el agua manteniendo totalmente la frescura del vino y presentando de este modo un vino con sabores expresivamente dulces.
En este caso tenemos dos vinagres tardíos, el de la variedad blanca Torrontés de cosecha tardía, y el vinagre de naranja de cosecha tardía. El vinagre de Torrontés de La Cocina del Vino tiene un aspecto visual de colores amarillos dorados con una viscosidad fluida, aromas frutales a moscatel característico de la variedad, notas marcadamente vinosas, muy frutal en boca, melozo pero equilibrando su dulzura y acidez, prolongado e intenso, con una ligera pungencia propia del vinagre, pero muy armonioso y elegante.
Por el otro lado, el vinagre de naranja tardía, presenta una viscosidad consistente, un color naranja muy intenso, aromas muy cítricos y frutales típicos de la naranja, con una entrada en boca muy dulce y frutal, de una intensidad pronunciada, muy refrescante, teniendo ambos vinagres características de delicada complejidad, para combinar con platos exóticos y agridulces, y con esa frescura que les hace destacar vivamente su juventud y su merecido esplendor. Bon Appetit.